La Muralla China de Finestres
Ven a Casa Grabiel a disfrutar de los lugares más bonitos de Arén.
¿A que no sabías que en Huesca podías encontrar una muralla natural en un pueblo fantasma?
Así es, llegando a la entrada del pueblo Finestres se puede comprobar que lleva sesenta años deshabitado, dejando a los visitantes con una primera impresión desoladora. Se trata de uno de los lugares más bonitos de Aragón, y se conoce como la Muralla China de Huesca, una joya oculta junto a un pueblo abandonado.
Esta muralla está rodeada por las aguas del embalse de Canelles, qué inundó por completo los cultivos esparcidos por la ladera de la montaña del pueblo, varios centenares de metros por encima de lo que era la tierra.
En Finestres quedan apenas unas cuantas paredes de piedra, el campanario de una iglesia y lo que parece un lavadero común, todo en torno a la casa Coix, una vivienda, la única que todavía permanece habitada en los meses más benévolos del año.
Este destino se encuentra a tan solo una hora de Casa Grabiel. Es un lugar precioso que sin duda debéis visitar. Podéis ir ahí a pasar el día y observar todo lo que la muralla china de Huesca tiene para ofrecer, como las vistas al embalse de Canelles, lo que queda del pueblo y sobre todo la muralla natural. Después de parar el día ahí volver a Casa Grabiel a disfrutar de nuestras estancias y descansar.